Felices de estar aquí… en Guane

Por Lázaro Boza Boza

No, para nada me afecta el pseudo nacionalismo de los oportunistas ni el deseo de echar leña a un fuego que, en verdad, no existe. Pero lean, lean y, al final entenderán las razones de esta fábula tragicómica que les lego a ustedes, mis lectores.

Es embarazoso hablar de un tema que tiene “cola” y se remonta al 23  de julio de 1774, cuando el Marqués de la Torre  emitió  un decreto  relativo  a la creación de la Tenencia  de  Gobierno  de Filipina,  o  Nueva Filipina, en el territorio  más  occidental  de Cuba, comprendido entre el río de Los Palacios y el Cabo  de San Antonio. La jurisdicción, con una población de dos mil 617 habitantes,  tendría como capital el pueblo… de Guane y se designó como  su primer  Teniente  Gobernador al capitán de  Dragones  de  América, Antonio Fernández.

132 años después, intermedio en el que las porfías entre guaneros y mantuanos sobrepasaron los límites del pugilato estrafalario, en la  noche del 24 de agosto de 1906, el pueblo de Mantua fue invadido por fuerzas armadas que venían… de Guane al mando del comandante del Ejército Libertador, José  Ibarra.

Fue tomado el ayuntamiento y sustituido el alcalde, Manuel Quintana Silva. En su lugar se nombró a Fidel Pedraja Garriga, a quien se le otorgaron facultades para designar nuevos miembros del ayuntamiento, que continuó funcionando con los mismos códigos, cuerpos y preceptos vigentes.

Dos meses duraron las gestiones de Quintana Silva con el Gobernador Civil de Pinar del Río para que volviese todo al estado en que se encontraba antes del extraño suceso. “Extraño”, refieren algunos; para la mayoría no fue más que otro episodio de rivalidad, antaño frecuentes, entre los habitantes de las dos villas occidentales.  Desde entonces, la relación con los guaneros ha sido para los mantuanos tormentosa e improrrogable.

En el temprano 1960, perdimos la imprenta, “Las villas”, comprada con el erario público mantuano; maquinarias con las que se imprimía el diario, “Ecos de Mantua”.  46 años después, curioseando en esa localidad, encontramos una rueda de aquello que fue, y por siempre dejó de ser.

Pero, volvamos atrás: en 1902  hubimos de enlazar el telégrafo destruido por la mambisada de 1896…  con Guane. De allí nos llegó la electricidad en 1948, y en 1965, el único teléfono de magneto que funcionaba en Mantua comunicaba con la central de… ¡Adivinen!.

En Diciembre de 1975 se dio a conocer la nueva división político-administrativa del país. El municipio Mantua, que hasta esa fecha tenía límites con el territorio de Guane en el kilómetro 17 de la carretera entre ambos términos, ahora ubicaba sus fronteras en el kilómetro 14, en lo que puede calificarse de histórico, si se tiene en cuenta que ganamos ¡tres kilómetros… a Guane!.

Hasta 1980 la administración del servicio eléctrico era regional. Unos 30 linieros, cinco  de ellos de mantuanos, trabajaban en brigadas en los tres municipios de la antigua región (Guane, las Martinas y Mantua) y un lector-cobrador,  que radicaba… en Guane, atendía los tres territorios.

Los tiempos presentes han continuado la tradición que otorga a Guane el glorioso dominio de cuanto apunta al noroccidente.

Durante el paso de los huracanes, “Isidore” y “Lily”, en el primer quinquenio del siglo XXI, la desarrollada meteorología hablaba vientos y lluvias… en Guane, cuando en verdad, “Isidore” se estacionaba por varias horas en la desembocadura del río Mantua, provocando la mayor inundación en  la historia de la región occidental, mientras que, “Lily”, azotaba con fuerza nunca antes vista sobre la villa de Mantua y el poblado costero de Los Arroyos, y era  anunciado… en Guane, para después abandonar el territorio nacional por… un  punto al noroeste de la Provincia de Pinar del Río.

Desde el 2006, a pesar de contar Mantua con una Corresponsalía de TV, las primeras imágenes que solicita el país son las del… Cuyaguateje, cuyas- aguas – teje, según el poeta Gerardo Abreu; eso  aunque el agua esté llegando al cuello de los mantuanos que, resignados y divertidos, han visto en la televisión nacional las imágenes de sus evacuados, almorzando… en Guane.

¿Qué decir?, si por esos tiempos, Recilles, experimentado periodista anunciaba la satisfacción de todos los cubanos, desde Maisí, hasta… Guane, por un hecho de interés nacional. Y menos mal que en esa ocasión dejó fuera de los límites territoriales de la isla al municipio, Sandino, como para que Mantua tuviera cierta compañía. ¿No les parece?

Años atrás recibí la llamada de una mantuana que escuchó en el noticiero de las ocho  el siguiente parte meteorológico: (sigo con la meteorología)

“Una tormenta local severa ocurrió en la tarde de hoy en Mantua, localidad del municipio… Sandino, en la provincia de Pinar del Río…”

La indignada compatriota, me exigió respuesta por lo que contacté con el Instituto de Meteorología. Allí- tremenda suerte- conversé con el licenciado José Ruviera quien, en efecto, corroboró la noticia, admitió el error y localizó a la compañera que tomó el parte.  ¡Adivinen, otra vez! Desde Pinar del Río, en vivo y en directo les llegó, palabra- por- palabra semejante desliz de la división político- administrativa.

Horas después recibí un telefonazo de esa dependencia científica en Pinar del Río, del cual deduje que Mantua había sido anexado al municipio de marras.

En conversación reciente con un cuadro de la Empresa forestal guanera, éste se lamentaba de que el 83 porciento de los recursos que maneja su entidad… pertenecen a Mantua.

¿No sería mejor que nosotros tuviéramos el aserradero, los camiones y la infraestructura, ya que ustedes solo tienen el nombre?- pregunté.

La respuesta no es posible reproducirla en este  medio noticioso. Baste decir que me recordó al  mambí, José  Ibarra.

¿Qué decir de la ganadería, actividad en la que los mantuanos atesoran 200 años de tradición, tienen el potencial de sus tierras y el peso fundamental de la producción de carne y leche? Es verdaderamente casual- cosas del destino- que la Empresa radique… en Guane.

¿Y cuántas cosas más tiene Mantua que rezan por Guane, y por Las Minas, y por la Coloma?

Mi vecina, sesentona que gusta viajar al vecino municipio, luego de pasar unas semanas en casa de sus familiares, regresó nerviosa, estresada y, como para reflejar el “desarrollo” de esa localidad,  cada vez que se tocaba el tema de los servicios, las opciones alimentarias y cuanto Dios le pintó a Perico, alzaba sus brazos en forma de limpiaparabrisas y, virando los ojos, decía: “En Guane…”

Días atrás, mientras grababa un evento para la televisión provincial, un compañero del nivel central, lanzó la frase que motivó esta historia:

“Compañeros, estamos muy felices de esta visita… a Guane…”

Algunos mantuanos- y no es exageración- hicieron ademanes para marcharse de la sala de video de… Mantua.

En mis horas de cuadro administrativo en el gobierno, tuve la oportunidad de escuchar una conversación que me puso los pelos de punta:

Resulta que habían de mandar un equipo para una transferencia tecnológica y solo faltaban los municipios de, Viñales y Mantua.

Como en ese momento disponían de uno solo,  se debatía a cuál  territorio enviarlo, hasta que llegó un “superior” y cortó el bacalao:

¿A cuántos kilómetros está Mantua?

A cien…

¿A cuántos kilómetros está Viñales?

A veinte…

No se habla más: mándenlo para Viñales.

¿Se dan cuenta?  Para nada es exceso de nacionalismo o aptitud chovinista; aunque puede que todo sea cuestión de nuestra tendencia al “exceso de nobleza”, que muchos interpretan como, simple guanajería, y estemos después de todo, exagerando.

A principios de los años ochenta del pasado siglo XX, con motivo de un acto por el 22 de enero en el que una tropa numerosa de jóvenes llegaría hasta “Mangos de Roque”, como el Titán de Bronce en 1896,  un visitante recibió la misión de decir las primeras palabras de la tarde  a la nutrida concurrencia.

“!Mantuanos, cabezas de caballos se observan a lo lejos!”

Así debía anunciar el fulano pero, de tanto nerviosismo y, al parecer, no acostumbrado a semejante demostración de solemnidad patriótica, corrió la coma y nos bautizó para toda la eternidad:

“Mantuanos cabezas de caballo…, se observan a lo lejos!”

Dicen que era guanero, y que fue otra de las trastadas que los de esa villa nos jugaban; aunque en honor a la verdad, era pinareño. Lo cierto es que semejante pifia seguramente no le hubiese ocurrido a los de Guane quienes, por esa vez, no tuvieron la “satisfacción de que el nervioso personaje no hubiese sentido la felicidad  de estar… ¡en Guane!

Deja una respuesta

Tu dirección de correo electrónico no será publicada.