Después de la firma del acta capitular, el Titán de Bronce encaminó sus pasos a la casa del regidor del ayuntamiento Don Simón Docal, español nacido en Landrove, quien le ofrecía un banquete en su honor.
Acompañado por la alta oficialidad de su Estado Mayor, el alcalde Fors, Docal y demás firmantes del acta, Maceo entró en la casa signada con el No. 20 de la Calle Real, esquina a Alameda (hoy José Martí No.159, esquina a José Miró) donde aguardaba impaciente Doña Juana Urquiola Piñero, esposa de Docal, quien se había esmerado en la cocina para que sus dos esclavas domésticas elaboraran el almuerzo consistente en moros con cristianos, arroz blanco, frijoles negros, asado de cerdo a la parrilla, carne y costillas de cerdo fritas, chicharrones, ternera guisada, chilindrón de carnero, yuca con mojito criollo -ajo con jugo de limón sofrito en manteca de cerdo-, malanga blanca y amarilla hervida y frita; boniato cocido y frito, además del postre compuesto por malarrabias, boniatillo, mermelada de guayaba con queso y chorote (1), quedara a la altura del acontecimiento sin parangón en la historia de Mantua.
Acomodados ya en la amplia terraza-comedor, al fondo de la casona colonial, el alcalde Fors y Perdomo invitó a un brindis con champán por el triunfo de los libertadores. Según José Luciano Franco en sus apuntes sobre la vida de Maceo, el alcalde alzó su copa mientras ofrecía otra al general, pero éste le espetó:
__ Gracias, no bebo clase alguna de vinos ni licores.
Al final del banquete, el alcalde extrajo de su petaca plateada dos puros y ofreciéndole uno al Titán de Bronce, le dijo:
__ Bien, General, pero le gustaría, como buen cubano, fumar un tabaco de Vuelta Abajo.
__ Lamento no poder complacerlo __dijo Maceo, y agregó__: no fumo. (2)
NOTAS
- Detalles ofrecidos por Conrado Félix Docal Peláez, nieto de Simón Docal.
- Franco José Luciano. Antonio Maceo. Apuntes para una historia de su vida. Tomo III, p. 53.
RPNS: 2199 ISSN: 2072-2222