Ramón Boza y sus hortalizas

Ramón Boza Pérez es un hombre que sobre pasa los 80 años de edad, sin embargo mantiene una vitalidad adecuada y hace andar cada día el peso de sus décadas, haciendo infinitos trabajos acorde con sus posibilidades.

Como que somos amigos y mantenemos muy buenas relaciones interfamiliar, en una de mis visitas quiso enseñarme el huerto, al que comúnmente los campesinos de aquí llaman “La Vuelta” y me impresiono la forma y el cuidado con que Ramón mantiene el recinto herbario, en donde utiliza las plantas medicinales y de jardín como control biológico, que le dan un toque más elegante a los canteros que suele regar con sumo amor y cuidado intensivo; el humeral de la zona le facilita el habitad y desarrollo saludable de las hortalizas que a cielo abierto se mantienen de ciclo en ciclo durante todo el año, el tomate de clase, la lechuga y la col, sobresalen entre sus favoritos y por este tiempo la habichuela reina en el sembrado.

Pero esto no me fue fácil de acomodar” me dice Ramón, “cuando yo me mudé para aquí hacen más de 30 años, hable con el secretario del Partido y le dije que yo quería trabajar este pedazo tierra que esta al fondo de la casa, él me dijo que estaba loco porque esto era una laguna, y me ‘faje’ a organizar el área, busque piedras, pedazos, de fibrocemento, de bloque y hormigón, materia orgánica y rellené todo, le fui dando forma a los canteros y ahí los puede observar como siguen dando frutos” al instante que se agacha y arranca algunas hiervas que han surgido con la reventazón o germinación de semillas no deseadas,  se, se incorpora de nuevo, se quita el tabaco de la boca, escupe para el lado y me increpa a quema ropa: “es verdad que si el hombre se lo propone, le hace los cambios que haya que hacerle al terreno y lo empareja bien, éste por agradecido le da buenos y saludables frutos, sonríe picarescamente y como una sentencia expone: lo que hay es que trabajar” yo le aplaudo e interiormente confirmo la teoría de nuestro Héroe Nacional José Julián Martí Pérez: “Si el hombre sirve, sirve la tierra”

Las hortalizas de Ramón no solo facilitan la alimentación balanceada de la familia, sino que también deviene como adquisición monetaria, porque al precio más módico de cualquier mercado; saludables y frescas las vende directamente extraídas de La Vuelta, las variedades seleccionadas por los consumidores que son  bastantes y frecuentes dentro de los que me cuento.    La constancia, el interés, el intercambio de conocimientos, la actualización de bibliografía y la dedicación estable le facilitan una mejor cosecha, que en apenas 30 metros cuadrados se convierte en uno de los mejores sembradores en patios, lo que se conoce como Patiero, de la producción urbana, mejorando las condiciones de vida de la familia y parte de la población circundante a la vez que contribuye a una alimentación saludable.

También me conto este octogenario que en su juventud llego a tener más de 500 matas de aguacate, naranja y mango, además de plátano vianda y frutal en la zona rural donde habitaba, aprovechando la tierra que estaba ociosa o que nunca se cultivaba, que aquello le ayudaba mucho y le contribuyó a reunir el dinero para la construcción de una casa reconfortable en la ciudad, de la que hoy disfruta con uno de sus hijos y dos nietos a los que les aconseja y enseña, para que sigan su ejemplo y hereden la laboriosidad que le caracteriza y hace mover sus dos piernas que cargan con orgullo el tamaño de las más de ocho décadas arrancándole a la tierra los más valerosos frutos que le infunden la longevidad saludable que posee, mientras que piensa en que si tuviera 20 años menos haría más por la vida que hacer por la humanidad próspera y sostenible.

Con el trozo de palo jorobado que le sirve de bastón en una mano y la cuchilla para el corte en la otra, comienza a extraer de las mejores especies unos repollos, bien desarrollados de lechuga para que yo las probara en casa en ensalada familiar, eso sí diciéndome primero: “Estas son regaladas…” después del agradecimiento, salí muy contento del lugar, no por lo que llevaba consigo, sino por el momento tan agradable que pase con Ramón y sus hortalizas, con el pensamiento lógico del ejemplo que constituye para las nuevas generaciones un hombre que se entregó por entero al cultivo de la tierra.   

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