Una Alicia para Élida, de la mano de un fiel escultor

A propósito de la Semana de la Cultura en Mantua, el destacado pintor y escultor, Ferrer Cabrera, obsequió este 27 de enero a la nobilísima profesora de ballet Zoe Élida Justis una estatuilla de la vedet Alicia Alonso en el Museo del municipio.

El homenaje fue realizado con la presencia de bailarines, el Septeto Maravilla y algunos referentes de la Casa de Cultura de Mantua. Emotivos, todos miraban aquella obra de arte de color bronce con una Alicia erguida y delicada, quien adornaría la casa de Zoe Elida a partir de esa mañana.

Por otra parte, Ferrer Cabrera, quien actualmente reside en la cabecera provincial, no deja de ser mantuano. Siempre acaba por volver a su tierra donde están plantadas sus raíces como artista, y en esta ocasión, refirió, que el retorno estuvo motivado por un compromiso con el arte, por su compromiso con una mujer abnegada a la cultura mantuana, amiga entrañable: Elida.

Esta obra de arte hizo que calaran muchos recuerdos en la maestra, fiel y eterna admiradora de Alicia Alonso como bailarina y persona. Para ella su casa es un museo, pero una estatuilla capaz de presumir a la Madre de la Danza cubana siempre hará la diferencia.

La motivación de Elida para con el ballet fue resultado de un comentario entre sus profesores, pues en Mantua había talento y era su deber sacarlo a flote.

Precisamente uno de los mayores logros en su vida profesional estaba allí, inquietante observándola, pues a tal encuentro asistió Yansiel Pujada, su alumno, quien la escuchaba con el orgullo de saber que la dedicación de aquella maestra le abrió las puertas hacia el Ballet Nacional de Cuba Alicia Alonso.

“Le agradezco en nombre de treinta y dos bailarines que llegaron a formar parte de la compañía del ballet nacional. Eso ha sido el resultado del amor y la dedicación brindado desde aquella tarde que nos recogió en cuarto grado de la escuela primaria. Un pedacito del Ballet Nacional de Cuba le pertenece a usted”

dijo Yansiel Pujada, su aprendiz.

De esta manera se fusionó en aquella mañana las artes presentes en la tierra mantuana y se premió el fruto del sacrificio y el esfuerzo brindado por Zoe de la mano fina, pero también fiel de un artista que siempre pertenecerá a la tierra que lo vio nacer.