
Denominados por muchos, a febrero como el mes de las flores, para la mayoría de los habitantes del planeta, es el del amor y la amistad, según refleja la historia su raíz u origen está centrado en Roma allá por el Siglo III, cuando un sacerdote cuyo nombre era Valentín se opuso a la orden dada por el emperador Claudio II, el que había decidido prohibir celebrar matrimonios entre parejas de jóvenes, porque según él, estando solteros serian mejores soldados por no tener compromisos y estar menos atados a vínculos sentimentales.
Fue entonces que Valentín, tal vez un eterno enamorado de la vida, se opuso resueltamente al dictado del emperador y comenzó a celebrar secretamente matrimonios para jóvenes enamorados, pero Claudio II se da por enterado de la oposición del insigne sacerdote y lo sentencia a muerte el día 14 de Febrero del año 270, justificando esa cruenta condena por desobediencia y rebeldía, pero la humanidad valiente y justiciera inmortalizo a aquel sacerdote, nombrando el 14 de febrero como día de San Valentín, por eso cada año se celebra, en esa conmemoración, el Día del Amor, trascendiendo de igual modo que en él se enrola gran devoción a la amistad.
Así se nos ocurre la mención de varios acontecimientos nupciales en Mantua, pintoresco municipio perteneciente a la provincia de Pinar del Rio, cuyos matrimonios han trascendido en el tiempo y a decir del habla popular se mantienen en las buenas y las malas, en las verdes y las maduras.

Mérito para la pareja de Zoe Elida Justiz Reyes y Hugo Venerando Valdés Iserne, ella procedente del oriente del país, él mantuano de nacimiento, se conocen al venir Elida a Mantua cumpliendo con su servicio social como instructora de arte en la especialidad de Ballet y Danza, hoy toda una personalidad del arte en este lugar, Hugo un lugareño de procedencia humilde, culto por naturaleza y laborioso por calidad humana, conviven y comparten juntos aciertos y desavenencias desde el año 1978, fecha en la que tuvieron su primer y único hijo Huguito, ellos, hasta nuestros días confiesan, no poderle faltar el uno al otro.
Historia linda fue la de un amigo, el que me pidió el anonimato, de él y su pareja, en los años mozos, él natural de un municipio colindante, ella oriunda de Mantua.
Ambos mantuvieron tal contubernio que todavía muchos de los que le conocimos como pareja, no dejamos de recordar, mozo serio y respetuoso, que se daba a querer y se entrego por entero a la muchacha fina y orgullosa, decente y servicial, enamorada ciegamente del hombre que pensó sería conato, fueron inseparables en los momentos sin ocupaciones ni responsabilidades laborales, el uno fue para el otro, muchos decíamos que quizás en ellos se estuviera viviendo otra historia de Romeo y Julieta, pero el amor ciego en ocasiones y las malas jugadas de sus admiradores, hicieron crecer el celo en la joven mantuana, incapaz de contener la ira y locura tras locura, decepcionaron al pretendiente ansioso de de ser adoptado por este terruño y termino aquella historia, de un amor imposible pero que resalto entre los enamorados en Mantua. Lindas historias de este lugar, pero por profundas y complejas en terneza y amor, difíciles de contar sin correr el riesgo de omitir detalles que consolidan esta afirmación, pero en definitiva continúan formando parte de los amores de Mantua.
RPNS: 2199 ISSN: 2072-2222