En la geografía mantuana existen -desde antiguo- nombres aborígenes, casi en su totalidad asociados a la flora y la fauna común de toda la isla.
Entre los topónimos aborígenes en el municipio Mantua, figuran:Macurijes (1), es el nombre de un riachuelo, de un sitio de labranza mercedado el 2 de enero de 1572 a Juan Recio y el cuarto núcleo poblado del municipio; mientras Río Macurijes fue un sitio de labranza mercedado el 4 de abril de 1576 a Juan Gutiérrez y el Macurijal (2) es un asentamiento poblado disperso próximo al pueblo de Mantua por la parte nordeste.
Las Guásimas (3) se denomina otro asentamiento rural disperso al borde de la carretera Mantua-Dimas y la Manigua (4) se le llama a un asentamiento rural disperso a unos siete kilómetros al oeste del pueblo de Mantua, en el lugar donde se mercedó el sitio de labranza Maniguas, el 1ro de febrero de 1636, a José Díaz Pimienta. El Guayabo (5), es otro caserío en la zona rural enclavada en el antiguo corral Cruces de Ávalos, concedido como merced al alcalde de la Habana, Francisco de Ávalos, el 19 de abril de 1577; mientras Yaguasas (6), es un asentamiento rural disperso próximo a Macurijes, que tiene su origen en el Corral Santa Catalina de Yaguasa, concedido como merced por el cabildo de la Habana el 1ro de marzo de 1726 a Ignacio de los Reyes. Manaca (7), es un arroyuelo al norte del caserío de Lázaro, seco ya por la acción del hombre y los efectos del cambio climático.
Entre los topónimos aborígenes en el municipio Mantua, también figura Damují que es un arroyo y la sabana que se extiende a su alrededor, al noroeste del pueblo de Mantua; topónimo traído a estas tierras desde la región centro-oriental de la isla, pues nombra a un río villaclareño que desemboca en la bahía de Cienfuegos, otro río, un lago y un núcleo poblado en la provincia Ciego de Ávila, territorio de la antigua Camaguey. Guachinango, es un arroyo del valle de Caracoles; según Pichardo, una voz indígena con la que suelen llamarse a las personas oriundas de México y metafóricamente a las personas astutas, zalameras o lisonjeras con interés.
Notas 1-) Macurije. __N.s.m.__ Voz corrompida de la indígena Macorí.__ Árbol silvestre en las orillas de los arroyos, más conocido en el Departamento Occidental: hojas opuestas en ramas negruzcas, alternas a vezes, lisas, sin dientes, hojuelas elípticas, aguazadas por ambos extremos, coriácias, por encima lúzidas, venosas por debajo, de dos pulgadas de largo; flores pequeñas en racimos, castañas como las ramas, buscadas por las abejas, que sacan de ellas buena miel: fruto, una cápsula de tres lóbulos obtusos, que comen los cerdos, así como las hojas el ganado vacuno y caballar: la madera es dura, de olor fuerte, que sirve para bajo techo, varas y cercas: el cocimiento de sus cogollos se estima como excelente específico para la erisipela. (Cupania oppositifolia). Sauvalle trae. (Anthorium palmatum, Kth.). Otro Philodendron Clementis, Wr. Pichardo. Ob cit, p. 440. 2-) Lugar donde existen muchos árboles de Macurije. 3-) Guásima. __ N. s.m.f. __ Voz ind. __. Árbol silvestre, comunísimo, que en poco tiempo crece a la altura de diez varas y una de grueso, en todo terreno: corteza morena, babosa por dentro (…); hojas alternas, ásperas, finamente dentadas; flores en racimos, chicas, blanco-amarillosas, fruto ovoide o redondeado, duro-leñoso, erizado, carmesí cuando maduro y luego bruno, alimento de preferencia para el ganado de cerda y vacuno, así como las hojas en tiempo seco. En la Vueltarriba se dice más frecuentemente Guásuma. Hay otra de ramas tomentosas o borrosas; hojas ovales-oblongas, algo cordiformes por la base y mui puntiagudas, dentadas con borrillas por encima; flores en las axilas o sobacos de las hijas. Otra también muy parecida y al fruto algo diverso… Pichardo Ob. Cit., p. 356 Y continúa Pichardo citando otras variedades más. Al final de la entrada de su diccionario para esta planta y sus diversidades, muy comunes en la geografía insular, los editores, hacen la siguiente observación: “La Academia recoge este vocablo este vocablo con c escribiendo Guácima, por más que en Cuba sigue bastante generalizada esta antigua ortografía que aquí emplea Pichardo. En las notas sobre los topónimos aborígenes en el municipio Mantua, se respeta la ortografía empleada por Pichardo.
RPNS: 2199 ISSN: 2072-2222