Carne de res, un producto de los ganaderos de Mantua a la venta

Los ganaderos de Mantua, en Pinar del Río, con posibilidades de sumarse a la comercialización de carne de res, ya realizan los primeros aportes.

El hecho parte de las medidas adoptadas por el estado cubano para incentivar las producciones agropecuarias a lo largo y ancho del archipiélago. Entre ellas, está el Decreto 35 que norma el sacrificio de ganado mayor, una vez cumplidas las obligaciones contractuales, sin disminuir el pie básico ganadero de cada productor.

Bárbaro Camejo López es ganadero con tierras ubicadas al suroeste de Mantua. Con treinta años en esta actividad, hoy siente la satisfacción de aportar a la sociedad y al mismo tiempo, disponer de un ingreso monetario superior que revertirá en su infraestructura de cría y en el mejoramiento de la calidad de vida en su hogar.

“La verdad– dice- es que se pasa mucho trabajo para criar un animal, y llevarlo de ternero a un toro de ochocientas o novecientas libras. Por eso es bienvenida la comercialización de carne por nosotros los que criamos los animales. Así ayudamos a la gente y tenemos beneficios que antes, ni pensábamos”.

Aunque por el momento limitada, la experiencia es positiva. Así lo cree Norberto Cruz, director de ganadería en el territorio de Mantua.

“Estoy convencido que habrá más interés en cumplir lo pactado con el estado en cuanto a la entrega de leche y carne. Hasta el momento se mantiene la entrega a la industria y en el contacto que sostengo con los productores, emerge la motivación por esta posibilidad que tienen ahora de disponer de una parte de su masa ganadera”.

Carne de res, un producto de los ganaderos de Mantua
Carne de res certificada y lista para el consumo humano

El proceso de sacrificio y comercialización se realiza bajo la mirada del servicio de medicina veterinaria. En la loza sanitaria encontramos al médico veterinario, Felipe González Martín.

Mi función es garantizar que lo que se lleve al consumo humano esté en óptimas condiciones. Para ello se realiza un análisis in situ de los animales, y una vez sacrificados, se chequean los órganos internos, la carne y se toman muestras para garantizar con total seguridad que el producto está listo para el consumo humano”.

En los próximos meses se espera la incorporación de un mayor número de productores que cumplan los compromisos productivos con la industria de leche y carne. “Comenzamos por cinco ganaderos – refiere Eduardo Perera, delegado municipal de la agricultura- pero hay potencial y motivación en el resto para sumarse en los próximos dos o tres años.”

Por decisión del productor, la carne de res se destina al autoconsumo, o al mercado local para su venta liberada a precios que oscilan entre setenta y setenta y cinco pesos la libra. “Hoy he traído un toro para la venta a la población- refiere el productor Camejo López- y aunque no satisface todas las demandas, por lo menos es un comienzo”.

“Las primeras entregas – afirma el delegado de la agricultura- se destinan a casos médicos reportados con invalidez o postrados, que no pueden concurrir al mercado por motivo de la pandemia. La carne se les lleva hasta los domicilios, a razón de dos libras por persona”.

Carne de res, un producto de los ganaderos de Mantua
Carne de res a la venta en el mercado de Mantua

Hay mitos que provienen de rutinas. Tal es el caso de la «desaparición» de la ganadería, si los productores se comen los animales. «¡Noooo, hombre, de eso nada! – exclama Bárbaro- Es al revés. Ahora es cuando más las cuidan, y se preocupan por alimentar mejor al ganado. Fíjate que no vas a encontrar quien mate las hembras, ni a quien se le mueran los terneros. ¡El que habla así no conoce el espíritu de la gente!

Establecido el punto de partida, aunque tímido, solo resta mantener y desarrollar lo que se considera un logro en un territorio con tradición y potencial para que la comercialización de carne bovina alcance niveles superiores en los próximos años.

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