El enclave costero Los Pretiles necesita ayuda

Por Lázaro Boza Boza

El aumento de la salinidad, con las cada vez más frecuentes penetraciones del mar, crea condiciones nefastas para las especies vegetales. Esta es la principal causa de muerte del mangle negro en el enclave costero Los Pretiles, en Mantua, porque la especie no está preparada para las altas concentraciones salinas.

 

Las alarmas se dispararon a principios del actual siglo. Mediciones basadas en imágenes satelitales confirmaron el retroceso de la línea costera hasta siete metros. A pesar de los esfuerzos, en determinados lugares de la reserva, las plantas muestran sus raíces: patabanes, uvas caletas y palmas canas sucumben ante la intrusión del agua de mar y la fuerza de las olas.

Diversas acciones desarrolladas por los conservacionistas compensan el desbalance del ecosistema: entre ellas destaca la plantación de mangle rojo en la

bolsa costera cercana a Punta Camarones, donde las corrientes y las marejadas tienen mayor incidencia en toda la reserva.

El cambio climático es un proceso cuyas manifestaciones no se revelan en semanas o meses. Imágenes grabadas por la televisora local, desde el 2006 hasta la fecha, evidencian transformaciones significativas que han de tomarse en cuenta para minimizar la degradación de la línea de playa y la pérdida de especies vegetales de alto valor ambiental.

Al igual que en los Pretiles, otros segmentos de la costa mantuana presentan iguales síntomas lo que implicará a corto plazo movilizar conocimientos y esfuerzos para salvar esta porción del arco noroccidental cubano que apunta al Golfo de México.

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