Por Lázaro Boza Boza
Es tradición de Mantua representar los hechos acontecidos con la llegada de las huestes mambisas al poblado el 22 de enero de 1896. En la tarde de ese día el pueblo se reúne en la plaza para recordar el fin de la hazaña militar que distingue a la villa.
El 23, niños y jóvenes representan la firma del Acta Capitular frente al antiguo ayuntamiento.
El banquete ofrecido al caudillo lo protagonizan en las instalaciones del museo local. Reviven personajes como Doña Juana, el Regidor, y el General mambí acompañado de su escolta.
En la noche del 23 se escenifica el baile en honor al general Maceo. Cuentan que a la cita acudieron las damas principales de la localidad ataviadas con sus mejores galas.
A las nueve entró el general escoltado de su estado Mayor. Saludó a las autoridades locales y a una señal de alguien, la banda inició el baile con sublime contradanza.
Maceo bailó toda la noche con la bella Nieves Catá Urquiola, joven rubia, alta y de ojos azules.
Mientras, la engalanada calle Real, el pueblo entonaba canciones y confraternizaba con los soldados de la libertad.
122 años después el hecho es visto por el cronista de estos tiempos como el hechizo de un pasado que regresa en la mente ente y el brazo juvenil que emula al héroe y lo consagra para hoy y para el mañana.
RPNS: 2199 ISSN: 2072-2222