
No recuerdo bien de quien lo escuche, pero el caso es que…
Allá por el entronque de San Luis, por la carretera panamericana, que une a la capital de Pinar del Rio con el Cabo de San Antonio, en una modesta casa vivía un matrimonio, cuya mujer, desde algún tiempo se le quejaba al esposo que no podía dormir, llevaba casi una semana que constantemente tenia pesadillas, según decía ella,. Una voz le decía que fuera al Camagüey que iba a recibir dinero, cada dia al despertar le contaba a su esposo, el que se molestaba con esto, asegurando que eso era una bobería de ella, pero en cada despertar le decía lo mismo incluso rogándole a su amado que fuera él a Camagüey, a lo que este decía: -Mujer que voy a hacer en Camagüey, cuando llegue allí, a quien voy a ver, por quien pregunto- ella con su insistencia, le respondía, solo ve allá, después veremos, -… pero… es que yo no he pasado de La Habana parea allá, insistía el hombre que no veía la lógica de emprender tal viaje… al otro día lo mismo, hasta que se propuso y salió para “El Camagüey”
Llego a la Habana en lo que pudo, fue hasta la Terminal de Trenes, saco su boleto y de allí para Camagüey, llego a la terminal Agramontina y se dijo: – Voy a comprar un pasaje de regreso y me sentare en el parque que esta frente a la terminal, compro un periódico y se puso a repasar las noticias del acontecer…

Al rato de estar alli llego un anciano, le pidió permiso para sentarse a su lado y al momento le comentó: -¡pero… tú no eres de por aquí!, -No soy de Pinar del Río… en eso el viejito le comento:- caramba llevo noches soñando con algo que me dice que vaya a Pinar del Río que voy a recibir dinero, mira tu que bobería, recibir dinero yo nada más y nada menos que en Pinar del Río, yo que nunca he estado allí, al momento que le comentaba, ah pero no es en el mismo Pinar del Río, es después que tu pasas la cabecera provincial, hay un entronque que va a otro sitio y como a un Kilómetro, a mano derecha hay una casita; portal de fibrocemento, pintado de azul y que en la parte de atrás, hay unh patio de regular tamaño, alli una mata de naranja y me dicen que en tronco hay enterrada una botija de onzas de oro, dime tu que bobería.
El pinareño, perplejo por tanta coincidencia, ya que la descripción del lugar era el mismo de la casa donde ellos vivían.
Desesperado por abordar el tren de regreso, no hacía pensar más, que en aquella coincidencia. Al llegar a casa, la mujer lo esperaba no menos desesperada y rápidamente le pregunto: -¡Dime viejo, que resolviste! Y este le dijo: -¡Vieja busca un pico y una pala que vamos a sacar el dinero! …
RPNS: 2199 ISSN: 2072-2222