REPERCUSIÓN MUNDIAL POR  LA CAMPAÑA INVASORA

La campaña invasora  provocó un revuelo internacional de admiración hacia la causa cubana. Los periódicos más importantes alrededor del mundo publicaron comentarios encomiásticos relacionados con la hazaña que Clarence King calificara en la Revista Militar de Brucelas como “el plan militar más audaz de la centuria”.

     El entonces influyente  New York Herlad apuntaba ya el 22 de diciembre de 1895 antes de la llegada a Mantua de la Invasión: “esta marcha, el mundo militar la tiene como una de las más atrevidas de que se tiene noticias en los designios de forzar líneas enemigas[1]”.

Por su parte The New York Sun, el 14 de enero de 1896, señalaba:

     “Esta campaña […] se acerca más a los prodigios de la leyenda que a los prodigios auténticos de nuestro tiempo[2]”.

     En Inglaterra The London Times afirmaba por su parte:

     “La campana de los españoles puede darse por fracasada desde el momento que siendo un número de cuatro soldados por cada insurrecto, no ha podido evitar el éxito constante de los rebeldes[3]…”.

     Junto al coro de voces de la prensa, se levantó el de distinguidas personalidades del orbe, militares, político y hasta en la Corte española.

      El general norteamericano Sickles, uno de los mejores especialistas en táctica de su época y veterano de la Guerra de Secesión, aseveró:

     “La marcha es tan notable desde el punto de vista militar como la de Sherman; desde luego no sería descortés calificar como incompetente el mando de los españoles; pero aún admitiendo que sí lo era, debemos poner a Gómez y a Maceo en la primera fila de la capacidad militar[4]”.

     Pi y Margall, en un artículo de la Cuestión Cubana salido a la luz en Madrid el 13 de junio de 1896 opinaba que: “… la atrevida expedición que del extremo Oriente al Extremo Occidente, hizo Maceo pasando entre fortalezas y columnas españolas sin más pérdida que la de 200 hombres. En solo tres meses recorrió Maceo más de 370 leguas. Salió de Mangos de Baraguá el día 22 de Octubre, con 500 infantes y 700 jinetes, y el 22 de enero entró en Mantua al frente de 4 200 hombres, después de haber dejado con 7 500 a Máximo Gómez que retrocedió a Matanzas[5]”.

     Durante la sesión,  el 14 de julio de 1896, del Congreso Constitucional de Costa Rica, se discutió la moción del licenciado Faustino Montes de Oca a través de la cual se pedía que en ese país se reconociera la beligerancia de los libertadores cubanos, pero fue rechazada. Al conocer la decisión, el sacerdote católico Bobadilla dijo entre otras cosas al respecto que  “… si Costa Rica tuviera dos generales como Gómez y Maceo, podía enorgullecerse de ser una de las principales naciones del mundo[6]”.

     Poco antes en la sesión del senado español efectuada el 4 de julio de 1896, el general Pando, al referirse al éxito de la invasión que finalizó en Mantua expresó: “… en aquella provincia ¡qué dolor! Los insurrectos se encontraban en tales condiciones que si leen las actas de los Ayuntamientos de aquella época, se encontrará que la mayor parte eran presididas por Maceo, que este presidía también los bailes y las demás diversiones y actos públicos[7]”.


[1] Tomado de la revista  Bohemia, 13 de octubre de 1995. Año 87. No 21, p 65.

[2] Ib.

[3] Ib.

[4] Ib.

[5] Franco José Luciano. Antonio Maceo. Apuntes para una historia de su vida. Tomo III, p. 54.

[6] Ib.

[7] Ib.  P. 52.

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