Por Gerardo Abreu Ríos
“La Ceja” es una comunidad que dista de Mantua a unos cuantos kilómetros por la carretera que conduce a Dimas, Macurijes y Minas de Matahambre entre otros lugares habitados, y como a unos dos o tres kilómetros después, como una prolongación de esa zona habitable se erigido un caserío al que nombra “Pueblo Largo”, pues en ese lugar hacen más de 20 años se desarrolla una fiesta a la que se le denomina. “Fiesta del Plato” y la organizan cada 13 de Agosto como un digno homenaje, en el día del natalicio del Comandante en Jefe de la Revolución Cubana Fidel Castro Ruz, la idea surgió en pleno periodo especial, increíblemente con la escasez imperante fueron más de 100 los platos de diferentes comidas, dulces y golosinas varias, producto del esfuerzo y dedicación de los habitantes del lugar, desde entonces se propusieron no cejar en el empeño de superar cada año la cantidad d elaboraciones culinarias, donde las bebidas caceras, como el vino de frutas naturales y silvestres cosechadas en la zona, estaba presente como un símbolo del brindis por el natalicio del eterno Comandante.
Este fue un día de amenaza de lluvia, caluroso y sofocante pero en la noche aunque el agua no quiso mojar el suelo aplanado por los cientos de pies engalanados de las mejores confecciones del cazado que se reserva para casos especiales, como este, refrescó la temperatura ambiente, pero no el jolgorio humano que se abalanzaba sobre cada improvisado kiosco para adquirir un licor y prepararse para el brindis colectivo, que en esta ocasión se adelantaron dos días, quizás porque el trece cayo lunes y para aprovechar el sábado que se puede disfrutar de una noche entera, porque el domingo casi todos se toman su descanso, pero no volverá a suceder, como me manifestara el delegado de aquella circunscripción y principal inspirador de esta fiesta, mientras nos invita, a los directivos de cultura en el municipio y a mí, a su casa para la conformación del guion de la actividad principal y obsequiarnos sendas tazas de un delicioso café, el también Presidente de la Cooperativa de Créditos y Servicios del lugar, que lleva por nombre Ramón López Peña, manifiesta que en la zona hubo 3 personas fallecidas, de tres familias distintas cuyos apellidos son mayoritarios entre los habitantes de allí y eso mermó considerablemente la cantidad de platos que se proponían presentar, al no contar con la presencia de esos familiares, los que le caracteriza la tradición de luto por la pérdida irreparable de algún familiar como fue en esta ocasión.
Mientras hablábamos en la casa techada de guano, del protagonista fundamental de la fiesta Eduardo Días Delgado, una anciana de 84 años, su progenitora, privada de visión por una enfermedad ocular, tintineaba con toda la finura de sus dedos, sobre los brazos moldeados de un sillón colonial, la canción que se hacía escuchar a través de los altavoces dispuestos para amenizar el hecho, ella como si fijara la vista que ya le falta, tal vez se trasladaba a tiempos de antaño cuando podía fácilmente bailar un son, hubo un momento en que inclino ligeramente su barbilla sobre el pecho que amamantara a 11 hijos y al percatarse su yerna, se le acerco cariñosamente para preguntarle al oído si quería dormir, pero ella gozosa y plena de orgullo le respondió que quería escuchar de la voz su hijo Gerardo Días Delgado, decimista extraordinario, el canto a Fidel en 4 estrofas rimadas, que después hicieran estremecer a todos los espectadores, nuevamente hizo gala de su calidad y nombre el Sexteto “Maravilla” primero acompañando al cantor de las décimas y después interpretando un selecto repertorio de canciones de la trova tradicional y de la actual modernidad.
Todo estuvo muy bien organizado, un público que se respetaba así mismo y compartía con los locales y foráneos, acogiéndolos como a su propia familia. En uno de las tres construcciones rústicas se exhibían primero y después se distribuían los platos con distintas elaboraciones, aunque no se cumplió la expectativa una buena cantidad de personas comentaba por doquier la calidad de los comestibles cuidadosa y amorosamente elaborados, así, entre la alegría y el canto la noche trascurría sin apenas darnos cuenta hasta que llego el mome4nto del nuestro retorno a Mantua cabecera municipal, mientras en el lugar seguían disfrutando de la Fiesta del Plato, con ansias de que llegue el nuevo año para hacer el encuentro más grande.
RPNS: 2199 ISSN: 2072-2222