Mientras transcurren las diferentes etapas podemos hacer que la tierra para

Mientras transcurren las diferentes etapas pos covid-19 los campesinos no descansan en su afán de hacer producir la tierra, tal es el caso de Osvaldo Ríos Perera, o sencillamente Valdo, un pequeño agricultor, cuyo terreno se encuentra en el Km 3 de la carretera que va de Mantua a Arroyos, su mediana estatura y sus 130 libras de peso no le impiden seguir con su empeño de hacer parir la tierra como suele decir, mantiene al día los siclos de siembra fundamentalmente viandas y granos, de acuerdo a las condiciones del tiempo planifica su labor, contando también, sobre todo con “los movimientos de la luna” según el argot de los campesinos.

Valdo se sentía preocupado porque pasado el 15 de Junio no había podido sembrar su arroz, el del auto consumo familiar y el del aporte que siempre hace a través de la empresa de Acopio y la Cooperativa a la cual pertenece, el impedimento fue la escases de lluvia, hace poco cambio su preocupación, hubo grandes precipitaciones y arranco con la siembra del preciado cereal, cuenta con dos canteros para el trasplante de las posturas, uno de ellos listo para el arranque y otro a punto para ese menester.

Pero mientras no estén creadas las condiciones de siembra de arroz, ejecuta otras no menos importantes tareas, como es el tratamiento a la yuca en proceso de desarrollo, tubérculo que le sirve para la ceba de sus cerdos y para el consumo familiar, ya que según sus propias palabras en la mesa del campesino siempre debe estar presente una vianda como suplemento prácticamente indispensable, ya que esta no es buena solamente en su consumo con la presencia de carne, también posee sus aportes nutricionales.

Así, en el constante quehacer nos encontramos con Valdo Ríos, constantemente chiflando a su yunta de bueyes, que es como acostumbra a arrear y de vez en cuando halza su vista al cielo como pidiendo un buen chubasco, de lo contrario no puede poner el terreno a punta de fango, para la plantación de las posturas de arroz, aunque a veces se lamenta de ello, no deja de contentarse también por el adelanto de otras tareas agrícolas no menos oportunas y necesarias.

Esta vez la yuca no me nació bien, se queja Valdo, pero ya estuve resembrando una buena parte y ahora espero que me nazca bien, con la yunta de los vacunos aprovecha la “grilla” o arado de diferentes paletas que facilitan después la liberación de hierbas indeseables y un mejor aporque a la plantación.

Esta es un forma de contribuir al autoabastecimiento, porque al decir del menudo Ríos, si usted tiene yuca tiene para vender a la cooperativa y tiene alimento en casa para usted y para los cochinos (cerdos) que a la vez te facilitan la carne, el sabroso chicharrón y la grasa para la elaboración de otros variados platos, son preocupaciones menos para uno y para el gobierno también.

En el campo la pandemia no tiene mucha cabida, porque el trabajo le aporta mucho al organismo, expresa Osvaldo mientras manipula el instrumento tirado por los bueyes tan diestros como el, además siempre ha ayudado a la formación del hombre…, pincha levemente a una de las bestias para que se active más, hay que hacer “parir” la tierra y concluye con una sentencia de nuestro Apóstol Nacional; “…si el hombre sirve, sirve la tierra”

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